Miguel Álvarez de los Ríos, un pereirano nacido en 1935, sencillo, amable y cálido. Escritor y periodista amante de las letras, a quien le apasionan los tangos y los boleros.
La pasión musical de este hombre es exquisita, y no se compara con alguien en la ciudad. Es conocedor de sus maestros, del arte y su historia, de la pintura y la escultura, de tangos y boleros, de la música clásica, y le gustan todos los géneros.
Es de las personas que encuentra en las cosas sencillas la magia que la vida suele perder. Conocer gente nueva y diferentes culturas lo sorprenden, lo seducen y lo inducen a aprender más sobre ellas.
La vida académica de Álvarez la desarrolló en su ciudad natal, en la vecina tierra manizalita y en la capital colombiana. En ellas con el paso del tiempo se hizo escritor, sociólogo, abogado y periodista.
Millones de letras, mil frases y cientos de libros lo acobijan en el lecho que comparte con su hijo menor, Juan Miguel Álvarez, quien se contagió de su amor por la literatura. Juntos viven en un apartamento donde albergan muchas historias, que esperan ser contadas por uno u otro.
A nivel regional es el periodista más reconocido nacionalmente, y como pez en el agua se mueve en la entrañas de la lengua española, gracias a su formación intelectual que le ha permitido ser quien es hoy en el mundo de las letras, un hombre riguroso y el único humanista de Risaralda.
A su esposa Eunice Ramírez de Álvarez la recuerda con nostalgia, porque vivió a su lado más de 35 años. Con ella vivió momentos maravillosos y lo hizo padre en seis ocasiones. Sus hijos le dieron 13 nietos y hoy son ciudadanos del mundo.
Hombre con mucha historia
Álvarez es un hombre que ha dejado una huella impresa en las páginas de la historia pereirana, por ello es un hombre digno de reconocimiento, pues a 52 años de ejercer periodismo en el país, la Alcaldía lo declaró 'Ciudadano Emérito' y lo condecoró con la Cruz de los Fundadores.
La Gobernación de Risaralda le otorgó el premio 'Bernardo Arias Trujillo' y la Asamblea Departamental le concedió la Medalla Cultural 'Carlos Bolívar'.
La Asociación de Periodistas Iberoamericanos lo declaró 'Amigo Predilecto', y la Cámara Colombiana de la Industria Editorial y la Asociación Nacional de Escritores lo consagraron como 'Maestro' por su labor literaria que enaltece la cultura nacional.
El Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar le hizo un reconocimiento por la 'alta calidad de sus reportajes y crónicas'.
Y sin ser suficiente, es miembro de la Sociedad Bolivariana del Parnaso Literario del Eje Cafetero y presidente vitalicio de la Academia Pereirana de Historia.
La Universidad Tecnológica de Pereira por decisión unánime exaltó la vida y obra de Álvarez, y le otorgó el título de Doctor Honoris Causa en Español y Literatura, título académico que la institución brindó por primera vez a un intelectual.
La alegría que emana el periodista es particular. En el fondo sabe que como él hay pocos, las distinciones que le han concedido no se le conceden a cualquiera y son fruto del esfuerzo, dedicación y lucha permanente por ilustrarse cada día con fervor, además le han dejado muchas satisfacciones.
El arte de escribir
Según Álvarez, muchos piensan que escriben pero son pocos los que realmente lo hacen con talento, mística y rigor. Para él la escritura es más compleja que la redacción, ya que escribir es un arte y se necesita la magia, esa magia que se encuentran en las cosas más simples pero asombrosas.
En su tranquila morada tiene instaladas en los muros, obras de arte. Le encanta la obra del pintor moderno Simenon cuya obra completa vio en Bruselas, se llama Maigret. Califica sus dibujos, su colorido, sus brujas hermosas y a la vez vulnerables como algo armónico y bello.
El orgullo que siente por su ciudad es igual de grande al que siente por su familia, se alegra de haber contribuido al desarrollo de la cultura pereirana. En su profesión periodística ha trabajo en hallar una identidad a la ciudad, difundirla y transformarla, por aquellos prejuicios que la gente se acostumbró a hacer.
Así empezó a proyectar Pereira de otra forma y le otorgó otras miradas que la gente desconocía, a través del periódico EL TIEMPO y de otros medios impresos donde trabajó.
Piensa que Pereira es una mixtura de gentes de tierras vallunas, caucanas, tolimenses y paisas que llegaron a poblar la ciudad. Cuando camina por las calles, en un café, en las academias, o donde se encuentre, siente que la gente lo reconoce, lo admira y respeta con cariño. Eso es Pereira, calidez humana, geografía impetuosa e historia, cuna incomparable que ama.
Cuando empezó a ejercer periodismo no existía una facultad de comunicación social ni periodismo como en la actualidad. Él se hizo empíricamente, vivo y viejo ejemplo para el gremio de la prensa escrita.
Álvarez entrevistó a célebres personajes como Edit Piaff, cantante francesa que inmortalizó 'La Vida en Rosa'. También a Alberto Lleras y al peculiar 'Cantinflas', entre otros que lo hacen recordar con nostalgia esa época.
Mayra Alejandra Daza
Tomado de: El Tiempo