(1918 - 2011) Este poeta nacido en el municipio de Quimbaya es uno de los pocos que quedan, por no decir que el ultimo, de principios del siglo XX.
Su obra, que inicia cuando escribe sus primeros sonetos a la edad de 19 años, ya dejaba vislumbrar su espíritu rebelde, no sólo de pensamiento sino también de forma, ya que nunca perteneció a la parafernalia de ninguna corriente literaria. Gracias a esto, pudo abrir un camino novedoso y transformador en la poesía colombiana.
Su primer libro de poesía “Arcilla Iluminada” lo escribió en el año de 1940, libro que posteriormente fue editado en 1953. Humberto Jaramillo Ángel, en el prólogo de esta obra, hace el siguiente comentario respecto al trabajo del poeta Bernardo Pareja: “En su universo alientan espíritus enfermos. En sus cantaros hay aguas luminosas. Su vino esta hecho de jugos terribles. Su huerto interior está guardado de viejos cancerberos y en su noche tétrica no brilla una sola lámpara de consolación y de esperanza. (...) Es frenético. Es humilde y soberbio. Impreca a Jesús y a Luzbel. Cree en el Cielo y delira con verse hundido en las llamas del infierno”.
La poesía de don Bernardo Pareja, parece reflejar la angustia del ser humano. Un ser humano que no puede encontrar su futuro, siempre esta pensando en su presente y en su pasado oscuro. Por eso mismo, Las palabras empleadas en la narrativa de este poeta logran recobrar el valor de síntesis, y como el mismo lo expresa; “es desde la oscuridad de donde se puede ver brillar mejor a las estrellas y es del polvo de donde se levanta para escuchar la música de los astros”.
En su segundo libro “Limo Constelado” escrito en 1988, la pasión por lo impronunciable se traslada al lenguaje. En el prólogo de esta obra Gabriel Jaime Gómez anota lo siguiente: “hay que conocer al hombre para saber de donde viene esta poesía, a veces tan alambicada y críptica, y entender que se trata de una creación de talante existencial. Es una obra para élites, capaces de hollar en las canteras de la cultura universal para entenderla”.
Las palabras de don Bernardo sintetizan la respuesta a este comentario. La poesía debe existir en espacio tiempo, y ojala este bastante alejada de lo popular”.
Después de este libro, escribe “Celajes contra el Azar” en 1997. En esta obra ya aparece más apaciguado y nostálgico, a veces casi idílico, aunque de vez en cuando la presencia de lucifer hace por ahí su aparición espontánea.
En los tres últimos años la producción poética de don Bernardo ha sido considerable. Libros inéditos como “Erotemas del Adanida” “Poemario Occidual” y un libro de ensayos titulado “Argonautas del Espíritu” donde hace una valoración universal de los indeclinables luminares del espíritu y la cultura humanos, descansan en su extensa biblioteca en espera de que algún editor los acoja en su seno.