Alonso Gaviria Paredes 

Es el cuarto libro del escritor Víctor Escobar Navarro y el título escogido otra especie humana que llega con irónica portada: un orinal modelo baño público y a donde todos hacemos inclinación para orientar la micción. El diseño original, pero su imagen aparece en revistas del Time. Incluso ya cobran por utilizar esta “biología de pedernal, “loza, arcilla”.

Es educación pública para no hacerlo en los muros o árboles de turno. La fotografía fue tomada por Nádherná Stvorení. Graficas Buda, edición en el 2012. Hoy el mundo cristiano está sacudido por Roma properegrina púrpura. En estas 193 páginas el escritor es el anti santo oficio modelo contestatario.

“El deportista que reza Todopoderoso para que lo haga ganar, está tratando de hacer trampa. Y si agradece al Dios por supuesta ayuda, lo pone a Él en evidencia de contravención… Hacer ganar a uno, es hacer perder a muchos. (Siguen las comillas). La oración volvió a la humanidad quejosa y acomplejada”.

Escobar Navarro sigue su escrito independiente y escribe: Homo Geneflexus sale ganado, para enfrentarlo a Homo Erectus que marcó un gran avance evolutivo de nuestro ancestro, cuando echaron a andar con la cabeza en alto, erguidos, y se enriquecieron de horizontes y neuronas (¿para qué más comillas?) se vuelven comidilla de discusión entre cerrados y abiertos.

Víctor  ha leído libros reclamantes que cuestionaron verdades eternas. Sin caer en amiguismos de falsa cortesía o galantería bellaca el comentarista se aparta de esa filosofía de escritorio, antiguas vocaciones, lecturas que Víctor Escobar Navarro hizo y hace en sus ratos ganados o perdidos.

El escritor maneja un humor sensiblemente sarcástico y se remite otra vez a la suprema autoridad católica de Roma locuta: “Olor de Santidad a olor de materialidad”. Sigue el libro en viaducto – no viacrucis – y sustenta cultos más antiguos que los pregonados por Jesús maestro. Se sale de la hoguera literaria y hay una nota sobre los baños públicos en tiempos de Roma emperadora, no vaticanidora.

Eran estas baterías en cemento, y todos muy cómodos sin puertas para poder dialogar. Ripley el de las rarezas, dice de un togado ultracoliseo que aumentaba sus ingresos gracias al impuesto de los urinarios. Escobar Navarro en las hojas 48 y 49 le saca ardor a dos asesinos universales: Hitler y Stalin son millardocidas; en la 62 agarra por la pretina al inventor Smith quien recibió unas planchas de oro de un mensajero invisible y le sacan el prontuario judicial. Esto si no lo cuenta el documento de varios kilates. El pensador iguala mitologías de piedra y las humanizadas, es una lucha de poderes y el demonio pescando en tradición y antigüedad revuelta.

Con respeto por lo católico (el momento es para calentar bancas), el escritor reflexione lo práctico con lo fastidioso: Cuando atentaron fuerzas del mal común contra el pontífice Juan Pablo II, lo salvó la rápida reacción de sus guardaespaldas y el conductor del auto lo llevaron a la clínica Gemelli donde lo atendieron. Otros dijeron que una mano invisible desvió la otra bala. Se pregunta el cuestionador – escritor: ¿por qué no hay apoyo externo para desviar balas perdidas que asesinan inocentes en Colombia?. Efectos especiales como en los filmes de ficción.

Homo Genuflexus se remite al deporte: unos ganan porque rezan, otros pierden por no hacerlo. Los chinos rezaron para ganar los Juegos Olímpicos. La FIFA no se salva: retira no utilizar elementos religiosos y sin embargo son criticados y todo se da reserva. Mariana Pajón – medalla de oro de punta a punta, logró el puesto primero gracias a que posee fuerza  mental, energía positiva y  confianza plena en si misma – sigue diciendo por escrito Víctor Escobar Navarro.

Un monje de clausura por la internet, cuenta que unos rezan en su celda, mientras que los del turno colega para lavar, aplanchar, preparar alimentos. ¡Qué bien! ¡Servicio de habitación!. Escobar Navarro si es un gocetas en serio, pareciera que pertenece a la asociación de ateos creyentes y en espera.   

Vísperas de la primavera vaticana y quizás el aire viciado salga de clausura, ¡Vos! Víctor Pablo I, ¿cortando orejas? El libro citado ya está en los puntos de crítica constructiva o destructiva con el debido Nihil Obsta…nte.